Por Alejo Cantón* (especial para Multitaskers)

Un comentario positivo es una de las principales motivaciones en los ámbitos laborales. Una de las quejas de empleados que escucho con más frecuencia es que sus supervisores los critican demasiado. Desde luego, el trabajo de un jefe consiste, entre otras cosas, en detectar los errores que se cometen y buscar su corrección. Pero con frecuencia, el modo en que los empleados reciben comentarios sobre su trabajo, suenan de forma negativa y así el comentario no es siempre bien recibido. Por eso, pienso lo positivo que es reconocer cuando un empleado está haciendo las cosas bien y decírselo. 

Desde Vistage, organización que presido, dedicada a reunir Empresarios en grupos reducidos con el propósito de que puedan compartir sus desafíos estratégicos y ayudarse en la toma de grandes decisiones, muchas veces surgen temas relacionados a los Recursos Humanos, y en nuestros Grupos hacemos sinergia, ponemos varias cabezas y voces al servicio de la resolución del problema, y sobre esta área siempre concluimos en la importancia del buen trato y de sorprender a nuestros empleados cuando notamos que están realizando un buen trabajo.

Estudio tras estudio se demuestra que uno de los grandes motivadores en el ambiente de trabajo es el comentario sobre los resultados, especialmente cuando ese comentario se hace de manera diplomática. En efecto, el modo en que uno trata a una persona –aquí tratar significa "prestarle atención"- es probablemente la herramienta más poderosa para motivarla, hacerla sentir bien con respecto al lugar donde trabaja y al trabajo que realiza.

Ese trato del que hablo puede ser positivo o negativo. Puede ser condicional, es decir, que la persona tiene que lograr algo para merecer ese trato, y también puede ser incondicional, o sea que no tiene que hacer nada para recibirlo. 

El trato positivo siempre tiene un impacto mayor que el negativo en la motivación de las personas.

Algunos ejemplos de trato positivo condicional son: “Ahí hiciste un buen trabajo”; “Gracias por tu ayuda”; “Seguí así”. Por otro lado, ejemplos de trato positivo incondicional son: “Me alegro de verte”; “¿Cómo estás?”; “¿Vamos a comer?”.

Recordar el nombre de las personas, invitar a alguien a almorzar, prestarle atención cuando expresa una opinión o un desacuerdo, sonreír mientras se avanza por el pasillo. Todos estos son ejemplos de trato positivo incondicional. Ellos expresan un "Me interesa usted como persona", y hacen que la gente se sienta a gusto consigo misma, con su entorno y su lugar de trabajo.

Este tipo de trato sincero es un camino real para establecer buenas relaciones con los demás. Por otra parte, creo también que no debemos esperar hasta que alguien logre la perfección para expresarle su aprecio, porque a la perfección jamás se llega. Si alguien ya va por buen camino, es bueno hacérselo saber. 

Prestar atención a los empleados sólo cuando hacen algo mal, refuerza inconscientemente una conducta errónea, que da lugar a que la conducta correcta desaparezca porque nunca se la menciona. Así, para estimular conductas de trabajo correctas, no olvidemos hacer muchos comentarios positivos condicionales; y para crear y mantener buenas relaciones duraderas con las personas, recordemos ser generosos con los comentarios positivos incondicionales.

* Presidente de Vistage Argentina  (www.vistage.com.ar)