Sin importar lo competitivos o razonables que creas que son tus precios, es probable que encuentres clientes que pidan un descuento o una mejor oferta. Aunque puede ser tentador rechazar estas solicitudes, una negociación bien llevada puede fortalecer la relación con el cliente y aumentar su lealtad hacia tu negocio.
Invertir tiempo en escuchar al cliente puede revelar sus verdaderas prioridades. Quizás estén comparando tu precio con otra oferta que no es directamente comparable, o tal vez hayan tenido malas experiencias previas y busquen garantías de calidad.
Clave:
Identificá qué es lo que realmente les preocupa o motiva, y enfocá tu propuesta en satisfacer esas necesidades.
Si el cliente no comparte mucho sobre sus expectativas, considerá las maneras en las que podés aportar valor sin reducir el costo. Por ejemplo, destacar características adicionales, garantías o beneficios exclusivos puede despertar su interés y marcar la diferencia.
Estrategia:
Mostrá cómo tu negocio aporta valor más allá del precio, lo que puede ayudarte a llegar a un compromiso satisfactorio para ambas partes.
Proporcionar algo que el cliente valore mucho pero que tenga un costo reducido para tu negocio puede ser una solución efectiva. Por ejemplo:
Tip:
Si el cliente está dispuesto a negociar, probablemente quiera sentir que gana algo. Identificá concesiones que beneficien a ambos.
La sinceridad puede transformar una conversación. Explicale al cliente qué hace que tus precios sean diferentes, como el uso de materiales de alta calidad o procesos superiores.
Ejemplo:
“Entendemos tu preocupación por el precio. En nuestro caso, usamos ingredientes de primera calidad, lo que asegura un resultado mejor y más duradero.”
Beneficio:
La apertura fortalece la confianza y permite que ambas partes entiendan las necesidades del otro.
A veces, las mejores soluciones surgen de discusiones prolongadas. Mostrá disposición para encontrar una solución que deje al cliente satisfecho.
Por qué es importante:
El cliente percibirá tu compromiso con la relación, lo que podría ser el resultado que realmente busca.
Demostrales a tus clientes que te importan más allá de la transacción inmediata. Este enfoque puede establecer una base sólida para futuras negociaciones y fidelizar a tus clientes.
Cómo lograrlo:
Una negociación no tiene que ser una lucha de poder. Es una oportunidad para escuchar, explicar el valor de tu negocio y ganar el respeto del cliente. Cuando se aborda con empatía y transparencia, podés construir relaciones sólidas que tus clientes estarán felices de recomendar.
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