El consumo masivo viene experimentando distintos y duros golpes en el último tiempo. Según los datos brindados desde Kantar Worldpanel, el nivel de consumo actual “es igual al peor momento de 2017”. La volatilidad de las variables económicas en este 2018 afecta directamente el contexto de consumo de las familias. ¿Pero cómo incide la coyuntura según el nivel de ingresos? ¿Qué tanto afecta la suba de precios y la caída del valor del peso? Tres expertos brindan sus proyecciones y análisis a Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes.
Al analizar los resultados del primer y segundo trimestre del año, sumado a los cambios en las expectativas macroeconómicas recientes, Federico Filipponi, Director Comercial de Kantar Worldpanel, indica que “la proyección del año se ve afectada principalmente por la caída del salario en términos reales, que crecen por debajo de la inflación. En los últimos cinco años, siempre que el salario perdió poder de compra el consumo masivo se vio inmediatamente afectado. Pensemos en un hogar de nivel bajo inferior (17% de los hogares argentinos) que destina el 57% de su ingreso a consumo masivo, si sus ingresos crecen debajo de la inflación, su único camino es consumir menos productos básicos”.
Los estratos sociales medios y bajos están sufriendo significativamente el impacto del panorama financiero adverso. El ajuste provocó en el último año y medio, una fuerte caída en el consumo en los hogares de menos recursos, Filipponi en este sentido, agregó que “después de la crisis de 2016, hubo una lenta pero sostenida recuperación del consumo en el nivel bajo inferior, que se frenó abruptamente en este segundo trimestre del año. La relación entre poder adquisitivo y nivel de consumo es muy directa en estos hogares, y la pérdida de poder de compra de los últimos meses por el alza de la inflación dejó sus huellas”.
Según los datos arrojados en un trabajo conjunto entre las consultoras Kantar Worldpanel y Ecolatina para el corriente 2018, el consumo proyecta una caída del 1,2%. Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Ecolatina brindó un panorama de cuáles son los factores que inciden negativamente, al afirmar que “la proyección empeoró por el significativo deterioro del contexto macroeconómico. Al salto cambiario y de las tasas de interés, le siguió la aceleración de la inflación y el ingreso a una recesión que va a durar por lo menos hasta comienzos de 2019”. En términos de poder adquisitivo, dice, la reapertura de paritarias evita un escenario de fuerte caída del salario real en el sector privado formal, pero no en el sector público nacional. Por último, las perspectivas de creación de empleo son magras y hay riesgo de pérdidas de puesto de trabajo en algunas actividades, alertó.
La consultora Nielsen Argentina sigue esta misma lógica conforme a sus resultados, los factores que atentan directamente contra el consumo en las personas y cómo se comportan al momento de optar por una u otra marca. Martin Contini, Account Manager de Nielsen, precisó que “el aumento del tipo de cambio repercute en un incremento de la inflación que los salarios no acompañan, lo que provoca una pérdida de poder adquisitivo. Esto sumado al incremento del valor en las tarifas de servicios públicos tiene como resultado menos plata disponible para el consumo”, indicó.
En lo que respecta al comportamiento del consumidor y los recaudos para cuidar el bolsillo, desde Nielsen observan dos claras tendencias frente a la crisis: por un lado, la inclinación de las personas a las segundas marcas, cuyo consumo crece o cae menos que el resto; y, la segunda, es una mejora en las ventas de las marcas propias de los supermercados.
En cuanto a los rubros más afectados, los indicadores de Nielsen muestran que los alimentos, las bebidas y los productos destinados al cuidado personal y la limpieza, retrocedieron en mayor o menor medida en lo que va del año. Como excepción, las bebidas alcohólicas (especialmente la cerveza) tuvieron un excelente rendimiento a lo largo de todo el 2018, tendencia que se mantiene, impulsado por el consumo de latas y diversas promociones.
Frente al grave contexto económico donde el consumo en los hogares está línea descendente, las consultoras estiman que la recuperación tardará en llegar más de lo esperado. Desde Kantar Worldpanel indican que recién en el segundo trimestre de 2019 se podrían ver indicadores positivos para el consumo masivo, que dependerá esencialmente de dos factores: que la economía vuelva a crecer, impulsada en un principio por el campo –si la cosecha es favorable- y que la inflación se desacelere y permita algo de recuperación en el salario real.
Impacto de la devaluación
La crisis cambiaria experimentada a finales de agosto impactó de lleno no solo en las expectativas sino también en la industria. La depreciación de la moneda nacional provocó que algunos proveedores le envíen a los supermercados, en pleno salto del dólar hasta los $ 40, listas de precios con incrementos de un 5% y un 10% el valor de los productos y, en algunos casos, hubo suspensión de ventas. Aún no se sabe cómo impactará en los precios de los productos, aunque los márgenes para remarcar, con un consumo en plena caída, son menores.
Por Agustín Pereyra
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