De pasar a tener una cómoda posición en una banca de inversión de Wall Street, a estar desempleado a los 40 años. El panorama no podría ser menos alentador para Michael Bloomberg que, pese a su estado, nunca perdió las esperanzas. Hoy, tras haber fundado Bloomberg L.P., la empresa dedicada a vender información y datos financieros a los operadores de Wall Street en tiempo real y con posibilidades de interacción, y ser alcalde de la Ciudad de Nueva York por tres mandatos seguidos, hoy es considerado, por la revista Forbes, como uno de los hombres más influyentes y ricos del mundo.

Nacido en 1942 en un barrio obrero de Boston, Massachusetts, el 14 de febrero, se crio en el seno de una familia judía de clase media donde su padre era contador y su madre ama de casa. Estudió en la Universidad Johns Hopkins, donde obtuvo el grado de Bachiller en Artes en la especialidad de ingeniería eléctrica (Bachelor of Science) y, más tarde, logró una maestría de administración de negocios en la Escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School).

En 1966, ingresó a la firma Salomon Brothers donde, de a poco, se transformó en el supervisor de todos los movimientos bursátiles, de las ventas y de los sistemas de información de la compañía y se convirtió rápidamente en socio. Tras buenos años en la empresa, finalmente en 1981 llegaría lo peor. La compañía Phibro Corporation absorbió Salomon Brothers y se vio por primera vez en una situación compleja. Finalmente, tras un tiempo, creó Bloomberg L.P., que le permitió, en poco tiempo, generar su fortuna.

Cómo resurgió

Levantarse cuando se corrompe una estructura ya forjada y creada después de tan tiempo no es nada fácil. En la historia de Bloomberg hubo muchos eslabones y claves que le permitieron resurgir ‘como el ave fénix’. Una por una, Multitaskers las resume:

Estudios. La formación académica fue una herramienta clave para el empresario. Para él, el dinero no es excusa para negarse o asistir a la universidad, sobre todo, por ser un mundo de oportunidades y contextos: “La idea de ir a la universidad, en general, es que estés rodeado de varios conceptos, culturas y lugares, que obtengas un título y viajes por el mundo”, recalcaba en una entrevista.

Relaciones interpersonales. El antes, durante y el después de las universidades, siempre está acompañada de los vínculos con los demás. “Lo más importante de estudiar es aprender a trabajar con los demás”, suele decir Bloomberg, que afirma que enfatiza que lo que se necesita son las “habilidades interpersonales”. Tanto los aportes de Billy Salomon y John Gutfreund en Salomon Brothers y sus colegas en Harvard le hicieron entender que uno no trabaja o aprende solo, sino que también se aprende de las personas. 

Persistencia. Pese a los numerosos cambios, la perseverancia fue clave para no sólo crear su compañía sino también para que después creciera a pasos gigantescos. Esta paciencia fue la que le permitió sacar provecho a todas las cosas, y convertir la adversidad en una ventaja. Sobre este tema, uno de los hombres más influyentes del mundo contaba su historia: “En Salomon, me bajaron de puesto como jefe de negociación y venta de valores y me nombraron director del área emergente de sistemas de cómputo. Si no me hubieran despedido de Salomon, no habría recibido US$ 10 millones de liquidación ni usado mi título de ingeniero eléctrico para comenzar mi propia empresa de tecnología de la información”, reflexionaba.

Seguir creciendo

Las cuestiones empresariales no fueron las únicas preocupaciones y ocupaciones para el nacido en Boston. La política también fue el camino que eligió para aportar y contribuir a la sociedad. Previo a este, el empresario dedicó gran parte de su tiempo en asuntos filantrópicos y cívicos. Sus deseos de mejorar la educación de los jóvenes, los servicios médicos y potenciar el acceso de la gente al mundo del arte, lo convirtieron rápidamente en Alcalde de Nueva York.

La creencia de que hay que devolver de alguna forma los beneficios de lo que uno ha ganado a los demás, lo ha incentivado a crear numerosos programas y campañas como la contribución para víctimas de la violencia doméstica en Nueva York o la promoción de la Unidad Médica Móvil de Children’s Health Fund’s, gracias a la cual se atiende a niños de familias sin hogar. "Usted es el responsable de sus éxitos y fracasos, pero sólo tiene éxito si se comparte el premio con otros". Al final del día, se debe preguntar: "¿Aportó algo a la vida de los demás?". Esta, como muchas otras, son frases que revelan el compromiso de un hombre que, de ser despedido a los 40 años, supo resurgir y convertirse en uno de los hombres más influyentes en el mundo empresarial y político.