Quién iba a pensar que aquel niño llamado Jan Koum que llegó desde Kiev, Ucrania, a EE.UU  en 1992 con 16 años junto con su madre sin saber inglés y sin dinero iba a ser, 17 años más tarde, el creador de la mensajería instantánea más importante del mundo: Whatsapp. La vida del ucraniano no fue fácil en sus comienzos. Durante su infancia vivió en un ambiente que se encontraba bajo la mirada de la Unión Soviética (US), donde la libertad estaba condicionada como, por ejemplo, en las llamadas telefónicas, que estaban monitoreadas por el gobierno. 

“Uno de mis recuerdos más fuertes de esa época era una frase que usaba frecuentemente mi madre cuando hablaba por teléfono: “Esta no es una conversación para el teléfono. Te lo diré en persona”. El hecho de que no podíamos hablar libremente por el temor a que nuestras comunicaciones podían estar monitorizadas por la KGB (el servicio de inteligencia de la US) es en parte una de las razones por la que nos mudamos a los Estados Unidos cuando era una adolescente», relató en una de sus entrevistas.

Llegados a Mountain View (California), su vida no cambiaría mucho. Con una asistencia social por parte del estado, su madre trabajando como niñera y él ganaba dinero haciendo limpieza de pisos en una tienda, comenzó su camino por tierras extranjeras. Fue a la edad de los 18 comenzó a indagar por el mundo de la computación a partir de manuales de segunda mano que, como consecuencia, le permitió ingresar a grupo de hackers denominados “w00w00” donde conoció grandes personalidades. Ellos, fueron quienes lo influenciaron no solo en el mundo de la informática sino a estudiar, en la Universidad del Estado de San José, ingeniería en sistemas que dejaría una vez logrado un empleo en Yahoo!

El comienzo sin fin

Antes de crear la aplicación junto con su amigo Brian Acton, Koum tuvo que pasar por muchas situaciones que fueron aprendizajes que le permitieron llegar hasta lo que hoy es Whatsapp. Luego de haber trabajo con Yahoo! durante 9 años como ingeniero de seguridad e infraestructura, tuvo el coraje de renunciar por considerarlo un trabajo que le resultada “deprimente”. Esto fue un desafío para el cofundador de la empresa que hoy posee más de 1000 millones de usuarios. Luego de hacer un recorrido por Latinoamérica, se presentó a las oficinas de Facebook para buscar trabajo. La respuesta de la compañía de Mark fue negativa para Koum, que decidió ir hacia adelante y no caer.

Fue finalmente en enero de 2009 que, en plena búsqueda de trabajo y pensando qué podía hacer, tuvo la idea de crear una aplicación que funcionara en el teléfono con el propio número, lo que daría inicio a su servicio de mensajería para celulares. ¿Cómo surgió su iniciativa? La historia afirma que harto de los problemas que generaba Skype, ya que se olvidaba con frecuencia su contraseña de acceso y las posibilidades que presentaba la oferta de aplicaciones de los Iphones, hizo que creara, con la ayuda Brian Acton, la famosa compañía que fue comprada por el mismísimo Facebook a 19 millones de dólares.

Por qué su éxito

Son varias las cualidades de Jan Koum que forjaron a que se convierta hoy en un Camino del Líder. Por un lado, su tenacidad para el trabajo. La constancia y la perseverancia en la búsqueda de un empleo fueron claves para crear una mentalidad fuerte y ganadora que finalmente influyó para continuar con el sueño de crear una aplicación cuyo lema estuvo basada en su pasado: “mensajería segura, sin anuncios, sin juegos y sin trucos”. La privacidad, fue, es y será el valor principal de Whatsapp que, como según aclaró, “se encuentra en su ADN”.

Por otra parte, la vivencia de su duro pasado permitió mantener una integridad y esfuerzo constante que lo transformó de un inmigrante de bajos recursos a uno de los hombres más exitosos del mundo. Caracterizado siempre por ser una persona humilde y reservada, Jan Koum sigue manteniendo sus raíces marcando siempre la importancia de la libertad y la facilidad de comunicación.

Mariano Ylarri