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Margaret Hamilton, la ingeniera que llevó al Apolo 11 a la Luna

Su trabajo en el programa espacial fue vital y fundamental en el alunizaje final en 1969. La historia de la actual CEO de la empresa Hamilton Technologies que logró la valoración de su disciplina. Sus consejos inspiran también al mundo de las pymes.

Margaret Hamilton, la ingeniera que llevó al Apolo 11 a la Luna

Si Margaret Hamilton no hubiera estado en el momento que el Apolo 11 realizaba el alunizaje, tal vez los rusos hubieran sido los primeros en aterrizar a la Luna. Galardonada en noviembre del 2016 por el ex-presidente de los EE.UU., Barack Obama, con la Medalla de la Libertad, el mayor galardón que el país otorga a civiles, es considerada no solo como la primera ingeniera de software sino también como la creadora del término "ingeniería de software" para lograr que su disciplina tenga el reconocimiento debido.

Hamilton fue la encargada de construir el software que ayudó en el aterrizaje lunar de 1969. Minutos antes de que los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin tocaran tierra lunática, se dispararon por error unas alarmas que provocaron dudas si continuar o no con el procedimiento. Fue ahí que rápidamente, Hamilton y su equipo, encontraron entre sus notas que ese código/error significaba que la computadora estaba limpiando la lista de tareas de procesos poco prioritarios para dedicarle todo el procesamiento a las funciones de descenso. Una vez entendido esto, resolvieron la incógnita que permitió derribar exitosamente a la luna. 

Aprendizaje en el proceso 

El primer trabajo de la actual CEO de Hamilton Technologies fue en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) donde, con tan solo 24 años y como estudiante de matemáticas, comenzó a escribir su historia hasta crear uno de los códigos más trascendentes de la historia. "Cuando empezamos en el MIT, nadie sabía lo que estábamos haciendo. Era como el Lejano Oeste, no había curso, no enseñaban un método" confesaba la científica en una entrevista. La gran pregunta entonces es: ¿Cómo lo logró? El aprendizaje del día a día en el proceso fue vital. Hamilton, con su facultad de autodidacta, logró destacarse en un mundo denominado por hombres y donde el software “no era tomado tan en serio como otras formas de ingeniería", como confesaba ella misma. 

"Estábamos creando un campo nuevo, no había ninguna institución que enseñara a programar. Cuando no podíamos hallar respuestas, debíamos inventarlas (…) Era visto por muchos como un arte y no como una ciencia". Su lucha por alcanzar el reconocimiento y la valoración de la disciplina permitió expandir conocimientos sobre el software que pasó de ser un motivo de bromas constantes a ser considerado un tipo de ingeniería. "Quería dar 'legitimidad' a nuestro software para que tanto el programa como quienes lo creaban gozaran del respeto debido", remarcó Hamilton en una entrevista con la BBC Mundo.

Ser detective

Influenciada por la fuerte crianza de su padre y abuelo que la alentaron a seguir su carrera y camino sin que la elección tuviera algo que ver con ser hombre o mujer, Hamilton no solo fundó en los 80´ su propia compañía de software llamada Hamilton Technologies sino también, en base a su experiencia con la misión Apolo, creó un lenguaje de programación, Universal Systems Language, que permite crear programas no enfocados en la detección de errores, sino en prevenirlos. La perseverancia en un rubro donde había minoría y en su mayoría hombres, fue clave para sobresalirse. Por otro lado, ser “un buen detective en el fondo” y pensar “fuera de la norma y hacer abstracción, cuya forma es la sabiduría” fueron puntos claves para comprender y aprender a crecer día a día. 

Sus frases:

  • "Estábamos, por así decirlo, en las trincheras, trabajando juntos, resolviendo problemas, logrando avances críticos. Y si surgía alguna situación injusta para las mujeres, yo buscaba la forma de corregirla".
  • "El mayor desafío con el software de los vuelos Apolo era que la vida de los astronautas dependía de que todo fuera ultraconfiable".
  • "Cualquier cosa en las manos equivocadas, incluso un lápiz, puede ser usada para causar daños. Y cualquier cosa, incluyendo un lápiz, en las manos correctas, puede hacer mucho bien".
  • "Hacer preguntas aparentemente 'tontas' permite descubrir las razones de los malentendidos y ofrecer soluciones que todo el mundo pueda comprender mejor".

 

No hagas negocios sin ella