¿Por qué las nuevas tecnologías y el conocimiento pueden “revolucionar” la Argentina? Con esta pregunta, el empresario Darío Werthein entra en un debate que implica e influye directa e indirectamente en los emprendedores. Siendo Argentina un país con iniciativas tecnológicas y emprendedurismo, la innovación juega un papel fundamental para el desarrollo de las mismas que dependerán de su esfuerzo individual, la creatividad y el ingenio para su subsistencia. En una entrevista con Multitaskers, el accionista de Grupo Werthein cuenta cómo es la actualidad de las pymes tecnológicas en la Argentina y cómo pueden los emprendedores forjar una mentalidad innovadora que genere transformaciones más profundas en el país.

Werthein es graduado en Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires y continuó sus estudios en Fordham University, de Nueva York, donde tres años después obtuvo su Master en Business Administration. Luego, inició su carrera profesional en el Barclays Bank Plc, en Londres, y después pasó a Ecoban Finance Limited, en Nueva York, donde alcanzó la posición de vicepresidente. Actualmente es uno de los accionistas del Grupo Werthein, que cuenta entre sus activos con Telecom Argentina SA, Eexperta ART SA, La Estrella S.A., Gregorio Numo y Noel Werthein SA, Cachamai y Bodega Riglos, entre otros. Por otro lado, vinculado con lo social, preside el Consejo de Administración de ORT Mundial y es miembro del Comité Ejecutivo del American Jewish Joint Distribution Committee. A continuación, la entrevista:

En base a su reciente libro junto con Carlos Magariños, en resumen ¿Qué es lo que falta en la Argentina para que las nuevas tecnologías y el conocimiento puedan “revolucionar” al país?

Las nuevas tecnologías nos ofrecen enormes posibilidades para participar más activamente en la generación de valor global. Hoy, un maestro de un paraje perdido de la Patagonia, con un teléfono inteligente y conexión a la red, podría acceder a la misma información con que cuenta un investigador del MIT. Esto demuestra que la comunicación y la acumulación de datos ya no son acciones reservadas a la elite intelectual o cultural. Cada vez más personas alrededor del planeta contribuyen a generar el stock global de conocimiento. En ese contexto, no nos falta nada a los argentinos para aprovechar esta extraordinaria era digital. Solo usarla mejor, no tenerle miedo al futuro, enseñarle a las nuevas generaciones a pensar distinto, a emprender, a aprovechar las ventajas que ofrece la revolución tecnológica y la globalización.

¿Cómo es la actualidad de las pymes tecnológicas en la Argentina? ¿Qué papel juegan las pymes vinculadas en las tecnologías para que el país pueda ser parte de un mundo signado por la globalización tecnológica?

La Argentina es un país con una fuerte cultura emprendedora. Y claramente es un diferencial. En América Latina, durante la última década surgieron nueve unicornios (empresas valuadas en más de 1.000 millones de dólares): cuatro de ellas son argentinas y las cuatro son tecnológicas. Pero el esfuerzo individual, la creatividad y el ingenio, deben ser apoyados; en este sentido, el fundamental rol que cumplan el Estado, el mercado y la política. Tenemos que tomarnos muy seriamente la cuestión, pues ante el problema estructural de la falta de generación de empleo, los emprendedores están aportando una solución: en los últimos diez años, ellos generaron el 90% de los nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos y el 80% de los de China. En América Latina, se estima que el 75% de los nuevos empleos del subcontinente corresponden a pequeñas y medianas empresas.

¿Cómo pueden los emprendedores forjar una mentalidad innovadora que genere transformaciones más profundas en el país?

La gran ventaja que aportan los emprendedores es la innovación. A diferencia de las grandes corporaciones, su ganancia siempre es la creatividad, la búsqueda de ideas no convencionales, la originalidad y la experimentación. Y eso coincide con las necesidades de nuestro país. La Argentina sólo saldrá de su larga crisis con políticas innovadoras y apostando a la economía del conocimiento. Hoy lo esencial para el éxito es la innovación. Las posibilidades de crecimiento que tiene un país, y por lo tanto sus ciudadanos de mejorar sus estándares de vida, dependen casi por completo de su capacidad de aumentar la productividad. A su vez, el incremento de la productividad proviene de la capacidad de innovación tecnológica. La productividad solo puede multiplicarse mediante nuevos métodos técnicos o herramientas transformadoras. 

Como emprendedor y accionista del Grupo Werthein que posee múltiples negocios de diferentes sectores ¿Cuáles fueron las claves que te permitió adentrarte a distintos rubros?

El Grupo W invierte en la Argentina desde hace más de 100 años. Desde que nacimos, nuestro porfolio se caracterizó por la diversidad: invertimos en agroindustria, bodegas, consumo masivo, energía, telecomunicaciones, seguros. Yo sigo esa línea. Me interesa aportar desde diferentes negocios y complementarlos. Y diría que algo que se repite en cada negocio que emprendemos es que buscamos que la innovación sea un punto sobresaliente. Otro factor que creo que fue determinante es que, aunque seguimos siendo una empresa familiar, logramos profesionalizar nuestros equipos. Hicimos un gran trabajo en ese aspecto. Creemos en nuestra gente; quienes trabajan en nuestras empresas son nuestro principal capital. 

Así como aparecen, muchos emprendimientos caen y desaparecen ¿Cuáles creen que son las causas de esta problemática? ¿Se les incentiva hoy a los emprendedores?

Si, es cierto. Si bien la cultura emprendedora argentina es una de las más desarrolladas del mundo, el índice de fracaso de los emprendimientos también es de los más altos. Esto se debe a nuestras constantes crisis económicas. Están los que llevan el emprendedurismo en el ADN, esos que viven los negocios con pasión desde que se levantan hasta que se acuestan y que buscan crear hábitos de consumo distintos, cambiando paradigmas. Pero también existen quienes deciden emprender como una salida a una situación económica difícil, como una "huida hacia delante", porque no vislumbran otro camino. Buscan generarse un trabajo por cuenta propia para sobrevivir ante la falta de empleo formal. En este sentido, las pymes necesitan mejorar su competitividad y la productividad. El mercado debe ofrecer un ambiente mayor de oportunidades para cualquiera que quiera emprender. Y el estado debe apoyar con reglas claras, leyes más beneficiosas y mayor acceso crediticio. Creo que este gobierno está haciendo un gran esfuerzo para modificar esa situación. Por un lado, buscando la estabilidad económica. Por el otro, ya ha sancionado una nueva ley para emprendedores y fijó reglas más claras y positivas para las pymes.

Mariano Ylarri