El economista Nicolás Litvinoff explica los diferentes perfiles que los empresarios pueden tener en relación con cómo manejan su dinero. Cuál es el más conveniente y qué domina en la Argentina.
El dinero y todo lo que lo rodea. Hay cuestiones más relevantes que aparecen más allá del simple billete. Detrás de cada empresario hay una forma particular de administrar, cuidar, ahorrar o gastar cada centavo que posee. Algunos optarán por malgastar, otros por valorar y otro grupo elegirá invertir o tal vez especular. En palabras del economista Nicolás Litvinoff, se puede ser “ñoqui”, “oficinista”, “especulador” y “emprendedor”. Enfocado principalmente a emprendedores, gerentes o empresarios, en una entrevista con Multitaskers, resume los distintos perfiles que se pueden llegar a desarrollar en cada persona con respecto a su relación con el dinero. Además de resumir a cada uno, el autor de varios libros como “¡Es tu dinero!” en 2009, “Es tu tiempo” en 2012 y el último llamado “Maten al Banquero”, escrito en 2015, otorgará consejos para aumentar la mentalidad emprendedora que en Argentina “viene ganando camino en las últimas décadas”.
Egresado en Economía en la Universidad de Buenos Aires, Nicolás Litvinoff es director de la empresa de educación financiera online Estudinero.net y es columnista de economía doméstica del diario La Nación. Por otro lado, se desempeñó como docente la Universidad de San Andrés y se ha desarrollado profesionalmente en temas relacionados con la Bolsa local e internacional. Más allá de la economía, el especialista tiene otras facetas, como por ejemplo en el teatro, siendo co-maestro desde hace más de ocho años en la Escuela Calibán, de Norman Briski y es Coach reconocido por la Asociación Argentina de Profesionales de Coaching. Conociendo su perfil, a continuación, cuáles son las claves para potenciar la mentalidad emprendedora, qué perfil domina en Argentina y cuál le conviene a los argentinos.
Habría que distinguir primero entre un dueño de una empresa y un gerente de una empresa. Un dueño de una empresa puede tener mentalidad de especulador o de emprendedor, mientras que un gerente de empresa puede tener cualquiera de las cuatro mentalidades de dinero enunciadas.
Un empresario con mentalidad ñoqui del dinero sería aquel que depende de un superior y que busca constantemente trabajar menos que el horario asignado y dedicando ese tiempo que libera a cosas improductivas, creyendo que es inteligente porque le pagan por el doble de horas que termina trabajando efectivamente. Luego, la mayoría de los empresarios tienen mentalidad especuladora, en el sentido de que buscan anticiparse a eventos futuros cada vez que tiene que realizar proyecciones de ventas, gastos, inversiones, etc. Por último, existen muchos empresarios con mentalidad oficinista. Esto tiene que ver con la teoría del sacrificio de nuestros abuelos. Lamentablemente, esto hace muchas veces se privilegia el estar ocupado por sobre la productividad. Con la nueva modalidad de teletrabajo, esto podría estar comenzando a cambiar.
En primer lugar, el deseo de jugar. El emprendedor disfruta mucho la tarea de emprender, el camino, y todo lo que envuelve al proceso. Pero, además, bajo esta mentalidad emprendedora, la reinversión de utilidades es constante, facilitando el proceso de crecimiento de la empresa.
La manera de potenciar la mentalidad emprendedora es teniendo un pensamiento lateral, para ello, es importante acceder a bibliografía que hable sobre el tema, ir a reuniones de emprendedores, blogs, etc.
Los beneficios son enormes en términos de aumento de la creatividad para enfrentar problemas, foco en el crecimiento de la empresa, y mayor flexibilidad en todas las áreas y principalmente en la conducción.
Bajo este tipo de mentalidad no se puede diferenciar entre beneficios para la empresa y beneficio para el emprendedor, porque todo forma parte de una sola cosa.
A rasgos generales, y por un tema generacional, la mentalidad oficinista es la que predomina actualmente, aunque la mentalidad emprendedora viene ganando camino en las últimas décadas.
Lamentablemente esto hace que muchas empresas se encuentren indefensas ante crisis financieras o cambios en la economía como los que se están produciendo actualmente, al tener un pensamiento rígido en su conducción.
Una mezcla entre la mentalidad especuladora y la mentalidad emprendedora sería lo más recomendable para un país tan cambiante como el nuestro.
Mariano Ylarri