“El todo es más que la suma de las partes”. Si Aristóteles estaría vivo hoy, no dudaría ni un segundo en decir esta misma frase a los encargados de formar equipos de trabajo. El mensaje es claro y no quiere que se desperdicie los talentos (y la potencialidad de las empresas). Así como el filósofo, también lo entiende Daniel Colombo, Master Coach especializado en CEO, alta gerencia y profesionales, que, en conversación con Multitaskers, revela 5 pasos diferentes para formar grupos sanos, exitosos y para que no se conviertan en un mero conjunto de partes.
En una empresa puede haber numerosos talentos individuales y grandes referentes de su área, pero si estos no están orientados hacia una misma meta específica y homogénea, no existe una comunicación interna efectiva y los roles no están bien marcados, puede haber un gran conflicto a la hora de encarar proyectos. A todo esto, se suma la importancia de la presencia de un líder que deberá tener ciertos rasgos como la “empatía, adaptabilidad, flexibilidad, congruencia, inteligencia emocional, excelencia en gestión y carisma”. Estas son, según el propio conferencista internacional en motivación, los rasgos generales “que necesita un buen líder de hoy para conducir personas”.
¿Cuál son las claves para formar un grupo de trabajo sano y exitoso, en la actualidad? A continuación, Colombo las enumera y explica:
1) Detectar el líder más apropiado: En muchos casos se piensa en un jefe que tenga claridad, firmeza y determinación. Sin embargo, poner un jefe a cargo -por más experiencia que tenga- no será garantía de éxito. Los equipos de hoy necesitan líderes que inspiren, motiven y acompañen a cada miembro del equipo en forma individual, y a todos en su conjunto. Partiendo de la necesidad de contar con un profesional entrenado en el aspecto principal a desarrollar desde este equipo, es fundamental tener en consideración sus habilidades de management, productividad, comunicación, empatía y proactividad.
2) Analizar a los integrantes: Detecta el talento humano que enriquezca el debate y que ayude a ir hacia adelante; busca personas con inteligencia emocional muy desarrollada; que toleren la frustración y la decepción; y que puedan asumir desafíos sabiendo cómo compartirlos con sus compañeros de equipo.
3) Establecer la estructura de los roles y dinámica de interacción: Establece un programa de mentoreo interno con un profesional Senior que oriente al líder, y luego a éste junto a su equipo; detecta brechas de mejora permanentemente y el modelo de comunicación interna y reporting que llevarán adelante.
4) Definir el foco del equipo: Determina de antemano el rumbo que han de seguir, más allá de los objetivos tangibles a alcanzar. Necesitas asegurarte que el propósito esté claro y sea real y verdadero para cada miembro del team; impulsa la innovación; haz que interactúen con otras áreas para que nutran su experiencia; reorienta y reencuadra el accionar tantas veces como sea necesario.
5) Buscar las sincronías en las relaciones espontáneas: Cuida el clima interno del equipo, y mantente atento a los roces y problemas que se pueden presentar. Convoca a encuentros cortos de feedback permanentemente. Asegúrate de que la convivencia tenga un equilibrio entre fomentar vínculos sanos, colaborativos y optimistas, y que permitan cumplir los objetivos. Trabaja junto al líder para aconsejar y acompañar en momentos desafiantes, y evalúa mensualmente el desempeño individual y completo para tener una radiografía paso a paso mientras se va consolidando el team.
