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Más allá de las palabras: lenguaje corporal para los negocios

Las ventajas de saber escuchar al cuerpo para obtener información valiosa a la hora de liderar, motivar y crecer en el ámbito empresarial. Ideal para emprendedores y directivos de empresas.

Más allá de las palabras: lenguaje corporal para los negocios

La comunicación oral es un campo esencial en las personas, considerado el atributo por excelencia que nos diferencia de las demás especies. Las palabras son construcciones, abstracciones de la mente pensante que sirven de vehículo para expresar pensamientos y emociones. Hasta aquí con las palabras. Aunque se concluya que hay una gran diferencia entre los animales y las personas, lo cierto es que estamos más conectados con nuestro cuerpo que con las palabras. Cuando se trata de comunicar actitudes y emociones, los estudios del psicólogo Albert Mehrabian, probaron que la comunicación verbal es altamente ambigua, siendo apenas el 7% de todo el paquete comunicacional, mientras que el 38% se atribuye a la voz (entonación, proyección, resonancia y tono) y el 55% al lenguaje corporal (micro - gestos, posturas, movimiento de los ojos, respiración, entre otros). Estos resultados nos alientan a pensar que estamos más conectados con nuestro cuerpo de lo que muchas veces se cree, siendo este capaz de “delatar” lo que está aconteciendo en la persona, más allá de lo que dice.

Conocer estos aspectos de la comunicación ha llevado a estudiosos e interesados del ámbito a indagar más y especializarse en determinadas áreas que sea de utilidad para la vida cotidiana y profesional de las personas. Así es como surgen centros de estudios que se enfocan en la capacitación de profesionales del campo empresario gerencial, como Signum y Center for Body Lenguage. En estos centros especializados se capacita a través de entrenamientos y consultorías acerca de las habilidades necesarias para detectar, leer, analizar y responder a los micro-gestos faciales que denotan emociones, la detección de mentiras, transmisión de liderazgo, trabajo en equipo, presentaciones efectivas, entre otros. La representante de este centro es Laura Justicia, también directora de Signum, quien comparte a los lectores de Multitaskers su experiencia en el estudio y capacitación sobre el lenguaje corporal. 

Ventajas de escuchar al cuerpo

Gerentes, altos directivos, profesionales de ventas, funcionarios públicos, agentes de seguridad, seleccionadores de personal, abogados, coaches, médicos, psicólogos, entre otros, demandan personas dotadas de un portafolio de herramientas y capacidades para motivar, liderar grupos, proyectar y contagiar confianza, seguridad y estabilidad, como también saber escuchar e indagar en la dirección que se pretende. En este sentido, Laura Justicia reconocer que uno de los caminos para potenciar la vida profesional, y también personal, es cultivar la inteligencia emocional y adquirir una percepción más completa de nuestras emociones y las ajenas.

Llamarse a la conciencia en lo que respecta al lenguaje corporal, y lograr interpretarlo junto con las micro-expresiones faciales, describe la directora de Signum, “quien preside una empresa logra potenciar su comunicación entre un 60%-80%; adquiere mayor conciencia de sus emociones y las de los demás (clientes, colegas, colaboradores, etc.); está en capacidad de entender lo que su intuición le dice; logra tener una comunicación más auténtica ; es capaz de ver lo que los otros sienten o piensan y puede detectar signos no verbales que antes no estaba en capacidad de entender”.

Un gerente o directivo, por ejemplo, una vez que domina la lectura de expresiones corporales, comenta Justicia, “tendrá una mayor comprensión de las necesidades, opiniones y expectativas de su equipo de trabajo; se convertirá en un líder más influyente logrando una adhesión más efectiva, del personal a su cargo, frente a sus propuestas y/o toma de decisiones; incrementará sus habilidades de comunicación y dirección llegando a resolver los conflictos antes de que estos comiencen”. Ya sea en un ascensor, una reunión o tomando un descanso con un café de por medio, pueden resultar buenas situaciones para comenzar a leer y practicar la escucha que las expresiones faciales y posturas corporales nos brindan de los otros. Aunque no se trata siempre de los demás, ya que “adquirir la habilidad de leer el lenguaje corporal y las micro-expresiones, también supone un aprendizaje del propio lenguaje corporal y las propias emociones”, advierte la representante de Center for Body Lenguage. El desarrollo y dominio del conjunto, puede contribuir al desarrollo de esta habilidad junto al empoderamiento del propio lenguaje corporal que, “es útil para mejorar la comunicación; potenciar presentaciones o charlas; defender ideas; empatizar con clientes, colegas, personal a cargo; identificar las necesidades y expectativas de los demás ajustando el propio discurso a ellas; detectar zonas o puntos de potenciales conflicto, entre otras aplicaciones”.

Un libro abierto

“Anticipar conflictos, cambiar el rumbo de una negociación, mejorar el trabajo en equipo, ser un líder influyente, focalizar la energía productiva hacia un cliente que realmente está interesado son algunos de los beneficios de saber detectar micro-expresiones, usar y leer el lenguaje corporal propio y de los demás”. A la hora de liderar, orientar y motivar, la directora de Signum recalca la importancia de cultivar la propia inteligencia emocional, adquirir una percepción más completa de nuestras emociones y las ajenas, nos pone un paso adelante, como líderes, en cuanto a la construcción de contextos y ámbitos de trabajo favorecedores del trabajo en equipo, el diálogo, la participación, la cooperación, el compromiso, la responsabilidad, la adhesión e identificación con los valores de una empresa, el desarrollo del talento individual y grupal.

“Podemos trabajar el propio lenguaje corporal para potenciar nuestra comunicación y nuestro liderazgo. Es importante que el mensaje que transmitimos esté acompañado con nuestros gestos”. Y presenta a continuación una lista que sirve como primera aproximación hacia el mundo detrás de los gestos.

  • En una reunión de equipo, por ejemplo, es fundamental mantener contacto visual con nuestros interlocutores. Sin incomodarlos, pero prestando atención a sus palabras, esto se acompaña dirigiendo la caja torácica o los pies hacia la persona que nos escucha o nos habla. 
  • Cuando queremos transmitir algo importante podemos acompañar este mensaje con nuestras palmas hacia abajo, este gesto da contundencia y poder a nuestras palabras. 
  • Las sonrisas fingidas siempre se notan. Las genuinas se destacan porque -al movimiento de los labios- se suma el movimiento de los ojos, los cuales completan el gesto. Una sonrisa verdadera denota una actitud positiva y receptiva.
  • Acompañar lo que decimos verbalmente con el movimiento de nuestras manos potencia nuestro mensaje verbal, lo ilustra. Las palmas hacia arriba denotan apertura hacia el diálogo y en forma de campanario demostrarán seguridad en uno mismo y en lo que se dice. 

Aníbal Parera

No hagas negocios sin ella