De acuerdo con el reporte de Corporate Venturing, son más de 2.000 las startups que se relacionan con las empresas más importantes en América Latina. El estudio, elaborado por Prodem, plantea la asociación de las grandes empresas y las emergentes como un nuevo modelo de innovación en la región. Dentro de los rubros que establecen relaciones con las startups, se destacan las industrias del e-commerce y tecnología (18,4%), seguros y sector financiero (16,2%) y empresas de telecomunicaciones (11,8%). Sin embargo, también desde sectores productivos más tradicionales están incursionando en la materia.
Se detectaron 183 iniciativas de “corporate venturing” por parte de las grandes corporaciones de Latinoamérica. Entre ellas sobresale la aceleración e incubación de startups (49,6%), hackatones y acuerdos de colaboración entre emprendedores y corporaciones (38,1%), inversión a través de fondos de riesgo corporativos (30,9%) y disposición de espacios de coworking (24,5%). Mientras tanto, en Argentina, pese a la crisis del último, la inversión en estas empresas emergentes conserva el atractivo ya que las corporaciones lo ven como apuestas a largo plazo.
A partir de los datos que se difundieron en el primer Foro de Capital Emprendedor, la inversión que se destinó a potenciar el crecimiento de empresas emergentes en Argentina se duplicó en 2018 en relación al 2017. Parte de los fondos provienen del Estado mientras que, otra parte de los mismos, de entidades privadas, principalmente corporativas. Se estima que el total destinado a este propósito superó los US$150 millones durante el 2018.
Daniel Salvucci es co-fundador de Cygnus Polenta, consultora de innovación abierta para pymes y corporaciones del grupo Cygnus Capital. El especialista, quien también forma parte de la Asociación Argentina de Capital privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), asegura que las startups argentinas tienen orígenes múltiples y que las que llegan a perdurar en el tiempo, con un crecimiento rápido, son aquellas en las que se destaca el factor humano del equipo emprendedor.
“Suelen ser empresas en las que sus socios fundadores se conocen de mucho tiempo, que han trabajado juntos antes, que comparten tanto valores como objetivos personales sobre el emprendimiento, además de la pasión por resolver problemas grandes”, explica a Multitaskers.
El origen de los fondos varía de acuerdo a la etapa en la cual se encuentre el emprendimiento. En estadios tempranos, cuando la startup está dando sus primeros pasos, los que invierten son inversores “ángel” o aceleradoras. “Más adelante, los fondos de Venture Capital –como Draper Cygnus- son los indicados para invertir cuando estas empresas se encuentran en etapa de crecimiento y expansión. La industria de inversión de venture capital, que abarca todas estas etapas, está en plena evolución en Argentina y Latinoamérica”, explica Daniel Salvucci.
Según la visión del especialista, Argentina es un país propenso a generar esta clase de emprendimientos ya que la población tiene buenos niveles de educación formal, tanto en tecnología como en negocios, con una buena base científica y con profesionales que están acostumbrados a desarrollar relaciones internacionales. “Este último factor es clave ya que, rápidamente, las startups tienen que perseguir un objetivo de mercado global o regional”, destaca Salvucci. En los últimos años, agrega, se ha visto un gran crecimiento en proyectos de tecnología aplicados al agro (AgTech) y a las finanzas (FinTech). Por otro lado, también afirma que ha habido una evolución en las startups con fuerte contenido científico, especialmente Biotecnología y Nanotecnología.
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