Zygmunt Bauman es, acaso, uno de los escritores y sociólogos más respetados en el análisis y, sobre todo, filosofía del consumo masivo del Siglo XX y principios del XXI. ‘¿La riqueza de unos pocos nos benéfica a todos?’ es una de sus tantas publicaciones destinadas a indagar hasta qué punto los más ricos del mundo, siendo aún más ricos, beneficiarían a los más pobres para salir de su pobreza. Bauman, al cuestionar hábitos actuales de consumo, parte de una foto objetiva de los hechos: la riqueza y el poder, en el mundo, se están concentrando en un pequeño número de personas. El dinero y las oportunidades están en manos de unos pocos creando un mundo desigual que podría estallar socialmente.
En este marco, el autor nos acerca una invitación firme y urgente a preguntarnos como consumidores qué está pasando en la economía mundial con una brecha inevitable y, aparentemente, cada vez más grande que existe entre ricos y pobres. ¿Realmente la riqueza de unos pocos nos beneficia para que nos encontremos todos más alejados de la pobreza? Estudios que documentan la obra alarman al confirmar, por ejemplo, que la población perteneciente al 1% más rico es, en este momento, casi dos mil veces más rica que 50% de la población mundial. O que, por ejemplo, 20% de la población mundial posee 86% de los bienes y servicios producidos en todo el mundo, mientras que 20% más pobre consume sólo 1,3% del total. Estos últimos, son todos números que a la fecha van distanciándose cada vez más agrandando una grieta alarmante de desigualdad social y económica que, a la larga, perjudicará a todos por igual.
La obra, con datos documentados y estadísticas de organismos mundiales dedicados a la investigación y erradicación de la pobreza en el mundo, es un llamado a la reflexión urgente de la distribución actual de la producción mundial de alimentos y servicios, una crítica férrea, filosófica y polémica a la codicia humana y un valiente alegato contra una de las grandes injusticias sociales que están definiendo, según Bauman, los inicios del siglo XXI: la pobreza.
