El liderazgo efectivo implica influir en el comportamiento y pensamiento de otros, no solo a través de la autoridad formal, sino también mediante el carácter, el conocimiento, las relaciones y la capacidad de empoderar. Los líderes exitosos crean entornos donde las personas se sienten valoradas y motivadas a dar lo mejor de sí mismas.
El modelo creado por John French y Bertram Raven en 1959 es una referencia fundamental para comprender las diferentes formas en que los líderes pueden ejercer su influencia. Estas son las principales:
Se deriva de la posición formal o título que ocupa el líder dentro de una organización. Este poder otorga la capacidad de tomar decisiones y dirigir el trabajo del equipo.
Cuándo usarlo:
Es ideal para momentos en los que se deben tomar decisiones complejas o impopulares. Sin embargo, los líderes excepcionales priorizan la inspiración y el consenso antes que recurrir únicamente a la autoridad.
Este tipo de influencia se basa en la capacidad de imponer sanciones o retirar beneficios cuando no se cumplen las expectativas.
Ejemplo práctico:
En una planta de producción, si un empleado ignora las normas de seguridad, el líder puede advertirle sobre posibles consecuencias disciplinarias.
Importante:
El uso frecuente de este poder puede dañar la confianza del equipo. Reservalo para situaciones críticas.
Proviene del conocimiento, la experiencia y las habilidades de un líder, lo que genera confianza y respeto entre los miembros del equipo.
Ventaja clave:
Es un poder que no puede ser retirado, pero requiere actualización constante para mantenerse relevante.
Tip:
Compartí tu experiencia y aplicala en situaciones reales para inspirar a otros.
Se basa en el acceso a datos clave y la capacidad de compartir información estratégica. A diferencia de otros tipos, no depende de características personales ni de autoridad formal.
Ejemplo:
Un analista financiero con conocimiento profundo sobre la salud económica de la empresa puede influir en decisiones importantes.
Recomendación:
En lugar de guardar información, compartila de forma estratégica para fortalecer al equipo.
Este tipo de poder se ejerce al ofrecer incentivos como bonos, ascensos, o incluso reconocimiento público.
Estrategia:
Utilizá recompensas de manera equitativa y alineada con los objetivos del equipo. Esto refuerza el compromiso y los valores compartidos.
Aunque no estaba en el modelo original, este poder ha ganado relevancia. Se basa en las redes y relaciones que un líder cultiva tanto dentro como fuera de la organización.
Cómo desarrollarlo:
Fomentá relaciones genuinas, colaborá con otros líderes y construí una reputación como alguien confiable y generoso.
Está vinculado al carisma, la integridad y la visión del líder. Inspira a otros a seguirlo por admiración y respeto.
Consejo:
Definí tus valores y visión como líder, y actuá consistentemente según ellos para ganar confianza y lealtad.
El liderazgo transformador no depende únicamente de la autoridad formal, sino de la capacidad de empoderar a otros. Fortalecé las relaciones dentro del equipo y trabajá para alcanzar metas compartidas.
Reflexión final:
Al combinar estratégicamente diferentes tipos de poder, podés inspirar a tu equipo, lograr resultados sobresalientes y fomentar una cultura basada en el respeto y la colaboración.
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