La definición de Capital Humano ha sufrido cambios a lo largo de los años: de simplemente ‘Recursos’ o ‘Personal’ pasaron a ser empleados y, finalmente, colaboradores. No se trata de un detalle menor, ya que la elección de las palabras, el tono, estilo y hasta el momento en el que se comunican son relevantes para aumentar el impacto de la comunicación dentro de la empresa; y, en definitiva, sus vínculos internos y la productividad.
“Una eficaz y eficiente comunicación interna en las empresas debe ser una de las principales ocupaciones de la organización en general y del área de Recursos Humanos en particular, dado que este tema es uno de los más importantes conductores estratégicos de la productividad laboral”, comenta en este sentido Miguel Terlizzi, Director General de HuCap.
Hoy las empresas eligen estrategias de comunicación 360° grados, es decir, por varios canales a la vez. Desde la Web interna, la cartelera (física o digital), aplicaciones o hasta redes sociales son vías válidas para dar a conocer novedades. Estos soportes son relevantes, pero no son los principales para lograr una buena comunicación. Las personas que lo comunican, desde los líderes internos hasta los recepcionistas son el eslabón más importante.
Terlizzi lo plantea en estos términos: “Es muy común, casi sin excepción, culpar a los programas de comunicación como ineficientes, ineficaces, malos, insuficientes cuando hay problemas, pero el problema no es la comunicación, sino que lo son las personas que no se comunican. Si no entendemos esto y no trabajamos para resolver las causas que producen que las personas no se comuniquen, cualquier programa puede fracasar o acertar, pero difícilmente el resultado sea el que se espera o se podría lograr”.
A continuación, plantea algunas claves para una comunicación interpersonal efectiva:
1) Ser muy cuidadosos con la comunicación "no verbal". La gestualización de lo que manifestamos, resulta clave en términos del impacto que generamos en los demás a la hora de transmitir o "comunicarnos".
2) Ser breve. Calidad no tiene que ver con cantidad. La capacidad de atención del cerebro, opera de manera extremadamente reducida, cuanto más hablamos y larga es la comunicación menos capacidad de atención se puede lograr.
3) Abarcar los temas a tratar uno por vez.
4) Sonreír. La sonrisa favorece y contribuye a un buen clima, predispone a los receptores del mensaje, genera empatía.
5) No caer en la generalización. No todas las personas en idénticas situaciones, se comportan de igual manera, los modelos mentales suelen ser muy distintos ante un mismo estímulo: lo que se observa, lo que se dice, lo que se oye, lo que se toca y lo que se huele.
6) Comprender el contexto. El mensaje puede perder el 100% de su impacto en relación al contexto en el que lo transmitimos.
7) Asegurar que "el código" sea compartido en términos de estilos de lenguaje. Por ejemplo, los de tipo técnico en relación al tipo de auditorio de interlocutor que tengamos.
8) Planificar el "mensaje". Tenga en claro qué va a decir y cómo se va a hacerlo para lograr el impacto deseado.
9) Saber escuchar. Desde el punto de vista del proceso comunicativo, hay un elemento que se convierte en clave y es "saber escuchar". Gran parte de los problemas de comunicación se desprenden de no saber escuchar a los demás. "OIR" es percibir vibraciones de sonido. Mientras "escuchar" es remitirnos en términos de "escucha activa" lo que significa entender, comprender desde el punto de vista del que habla. Esto es un tema que va mucho más allá de las palabras y alcanza a los pensamientos, ideas, sentimientos.
10) Utilizar la técnica de la escucha activa. Cuando alguien pide la palabra, el resto lo escucha atentamente, evitando las interferencias, sobreposiciones de voces, distracciones típicas como atender el celular, que ocurren en las reuniones de trabajo, y que como resultado, lo que se podría transmitir en 15 minutos y lograr una visión compartida (todos bailar con la misma música), se tarda 2 o 3 horas, hablando y repitiendo temas innecesarios que confunden a muchos y ahí el resultado negativo en la comunicación habitual por malas reuniones.
11) Solicitar retroalimentación (feedback). En todo proceso de comunicación, como emisor usted es responsable de solicitar - nunca imponer- retroalimentación, es decir feedback. Sobre todo en relación al ámbito laboral. Esto es lo que, desde una perspectiva sistémica, nos permitirá entender cuan comprendido, claro y aceptado desde el punto de vista del contenido y aspecto relacional, fue nuestro mensaje/comunicación.
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