Las más de 600.000 pymes que existen en la Argentina representan un 60% del empleo del país y el esfuerzo de decenas de miles de inversores, que destinan su propio dinero para hacer crecer sus sueños. Invertir no es una apuesta menor, sino que lleva mucho esfuerzo material y laboral. Por eso, es clave contar con pólizas de seguros que resguarden el negocio o la industria ante los distintos riesgos que pueden surgir en el camino, para evitar comprometer su futuro.

Por definición, los seguros constituyen la forma más perfecta, económica y técnicamente eficaz para la cobertura de riesgos futuros. En líneas generales, para asegurar una pyme, o una buena porción de ellas, la cobertura más frecuente que ofrece el mercado es la llamada Póliza Integral de Comercio, que suele incluir todos los posibles riesgos que implica una actividad de este tipo.

Los seguros constituyen la forma más perfecta, económica y técnicamente eficaz para la cobertura de riesgos futuros. 

La asegurada Allianz, por ejemplo, tiene la línea Comercio Plus que abarca locales comerciales, depósitos e industrias y cubre riesgos como incendio de edificio y su contenido, con adicionales por huracán, vendaval, ciclón y/o tornado y granizo, además de robo del contenido general, de los valores en caja o en tránsito o de bienes de clientes. También, incluye los daños ocasionados por la acción del agua, rotura de cristales, responsabilidad civil contra terceros y seguro técnico, además de otras coberturas sin cargo, como por ejemplo, los gastos por remoción de escombros.

“Son pólizas con facilidad de contratación y se emiten a las 24 horas desde el momento de solicitud, con la posibilidad de contar con una copia electrónica de inmediato”, asegura a Multitaskers Jorge Rey, gerente de Líneas Personales y Autos de la compañía de origen alemán.

Oportunidad y conveniencia

Entre los beneficios de estas pólizas, se puede mencionar su adaptabilidad conforme a las necesidades de cada asegurado en particular. “El mismo ramo permite incluir diferentes coberturas en una misma póliza, habilitando a cada cliente para que tome lo que necesita de acuerdo a las particularidades de su actividad. Por ejemplo, si es dueño de un restaurante, se puede cubrir frente a los daños que puedan sufrir los clientes por la ingesta de comida en mal estado”, grafica Leandro Canosa, gerente técnico del broker Gaman Argentina.

Los especialistas subrayan la necesidad de contar con estos seguros porque tienen una buena relación costo-beneficio, dado que los valores mensuales que se abonan son bajos en comparación con los gastos que puede ocasionar alguno de los riesgos a los que podría quedar expuesto sin cobertura. 

Las pólizas Todo Riesgo Operativo aseguran riesgos consecuenciales, como el lucro cesante o la pérdida de beneficios en determinadas situaciones.

En ese sentido, para locales u oficinas entre medianas y pequeñas, por ejemplo, se puede acceder a una cobertura completa por entre $ 3.500 y $ 5.000 anuales, mientras que actividades de mayores dimensiones pueden tener pólizas con sumas aseguradas de hasta $ 1.000.000 para los riesgos más altos, a cambio de una cuota mensual que apenas supera los $ 1.000. 

Para escalas aún mayores, los operadores del sector recomiendan contratar pólizas Todo Riesgo Operativo, que son seguros más caros, pero mucho más completos, porque extienden la cobertura a otros daños, como propiedades y bienes del asegurado, e incluyen, por ejemplo, riesgos consecuenciales, como el lucro cesante o la pérdida de beneficios en determinadas situaciones. 

A tener en cuenta

Además de la necesidad en sí misma de contar con estas coberturas, hay otras cuestiones clave a tener en cuenta para lograr una protección completa. Entre ellas, Rey subraya: “Hay que revisar muy bien las sumas aseguradas para que reflejen los valores reales al momento de la contratación, principalmente, en las coberturas por incendio, cuya modalidad de contratación es a prorrata (relación entre el valor real y el valor asegurado)”. Eso significa que, en caso de sufrir un accidente de este tipo, si el valor del inmueble está desactualizado, el asegurado puede quedar descubierto. 

“Además, hay que considerar las sumas aseguradas de máxima exposición a riesgo para las coberturas que son, justamente, a primer riesgo”, completa el ejecutivo. Siguiendo la misma línea, Canosa coincide: “En una época inflacionaria como en la que vivimos, es vital valuar correctamente el patrimonio a cubrir para evitar que la póliza se vuelva obsoleta al momento de tener un siniestro”. 

En tanto, Sebastián Aicardi, presidente de Megapro, aconseja recurrir a los profesionales para tener una opinión idónea en la materia. “Si se cuenta con la ayuda de un productor asesor de seguros matriculado, será él quien se encargue de asesorarlo en la contratación, mantener su póliza actualizada, realizar las renovaciones y quien lo acompañe en caso de siniestro”, advierte.

Es vital ser concientes acerca del nivel de exposición a posibles litigios derivados de su actividad.

aralelamente, los especialistas también enfatizan que los asegurados deben ser responsables en cuanto a la contratación de seguros para la totalidad de sus bienes para evitar quedar descubiertos y realizar los pagos a término, además de cumplir con todas las medidas de seguridad a los que se comprometan en las pólizas contratadas. También, es vital ser concientes acerca del nivel de exposición a posibles litigios derivados de su actividad para que las coberturas de responsabilidad civil contratadas sean acordes. 

“El contexto inflacionario, los relativos bajos costos de las pólizas, la creciente litigiosidad por reclamos civiles y el buen asesoramiento profesional, ha generado una mayor conciencia aseguradora en el comerciante o empresario argentino para que contrate seguros que realmente cubran todos los riesgos a los que está expuesto”, resume Aicardi.