Los espacios en las empresas comienzan a compartirse entre todas las generaciones. Iniciar un camino de integración acorde a los nuevos paradigmas actuales representa desafíos para las estructuras organizacionales. Dentro de una organización puede presentarse la convivencia de distintas generaciones dentro de una misma cultura organizacional: Los Tradicionalistas, Baby Boomers (nacidos entre 1946 a 1964), la generación X (nacidos entre 1961 y 1981), los Millenials (nacidos entre 1982 y 1996) o incluso los recién incorporados al mercado, los “Z”.

Multitaskers dialogó con Miguel Terlizzi, director de HuCap sobre las particularidades de estas generaciones, qué funciones son más idóneas para su desarrollo y reflexiones por doquier sobre cómo deberían gestionarse las empresas de hoy. Cómo se puede alcanzar un grado de sinergia puro, donde cada parte se desarrolle sin “techos”, suponiendo que su crecimiento está intrínsecamente relacionado con el de la organización que forma parte. Terlizzi apuesta que, “si en cada generación, sin importar la edad ni las personas que las identifican cronológicamente, mantienen la actitud de aprendiz, la mayoría de las posiciones bien pueden ser ocupadas por cualquiera de las generaciones, basadas en el talento y competencias de sus miembros”.

Varieté generacional

En este proceso conviven dos caras. Por un lado, la luz de la diversidad, comprendiendo que cada generación puede aportar su perspectiva. Por el otro, una actitud generalizada de aprendizaje constante erradicando aquellas zonas infértiles para nuevos brotes de conocimiento. Sólo el 16% de las empresas implementa algún tipo de diferenciación por generación en las prácticas de atracción de talentos, según datos relevados por HuCap, consultora de recursos humanos, entre 129 empresas.

Construir y favorecer entornos de múltiples generaciones trabajando con una visión compartida y con una visión sistémica, invita a reflexionar que sólo es posible a través de la complementación, donde todos colaboran entre sí y jamás compiten ni se rechazan. Este panorama no es frecuente en las empresas, ni mucho menos. Sin embargo, el experto invita a que cada generación sea responsable de que esto suceda en un 100%.

Existen algunas funciones internas dentro de una empresa que, sin que sea determinante, sino más bien recomendable, tienen un lugar idóneo. Terlizzi indica algunas de sus consideraciones:

Administración y finanzas: baby boomers/tradicionalistas por la experiencia en haber manejado situaciones de crisis económicas, inflacionarias. 

Relaciones laborales: ídem por la experiencia en el manejo gremial donde la relación con los gremialistas se basa mucho en la confianza y la relación construida a lo largo del tiempo.

Logística y distribución: La experiencia es clave en un área core del negocio, cuya profesionalización es relativamente joven en nuestro país y arranca seriamente en los años 90. 

Puestos directivos como CEO’s y áreas de producción: directamente ligado al tipo de especialidad, por ejemplo, medicina, laboratorios, ciencias en general donde la experiencia y la innovación van de la mano. 

Comercial: pueden convivir muy bien todas las generaciones en tanto exista un modelo de atención profesional de ventas y atención al cliente.  

Puestos de Sistemas, Modernización, Marketing Digital, Redes Sociales, Inteligencia Artificial, Robótica, Automatización: Millenials y “Z” están más cerca de alcanzar el crecimiento de tipo exponencial que se acelera en la conocida curva del progreso tecnológico.

Para aprovechar al máximo las posibilidades de este crisol generacional se recomienda a la conformación de equipos por proyectos y multidisciplinarios que incluyan a miembros de todas las generaciones. En cada uno de estos grupos, según el experto, cada una de ellas puede aportar desde su visión para el cumplimiento de los objetivos, no sólo desde el puesto que ocupa en la organización, sino desde estas características y experiencias generacionales.