A partir del 1 de julio pasado comenzó a regir la nueva resolución que obliga a las empresas a dar constancia de sus aportes mediante un nuevo medio de fiscalización: la factura electrónica. A través de la Resolución 3749, la Administración Federal de Ingresos Público (AFIP), oficializó la obligatoriedad de sumarse a un sistema de facturación que dejará fuera de juego al soporte papel. La nueva medida sorprendió a más de un empresario, dejándolo, habiendo concluido el plazo impuesto, con los talonarios en la mano y sin registrarse en el nuevo sistema. Actualmente, el régimen de factura electrónica alcanza a unos 193.000 contribuyentes y en algunos sectores económicos se ha vuelvo obligatoria: comercio exterior, servicios inmobiliarios, de alquiler, grandes contribuyentes individuales y servicios empresariales.

Este cambio de escenario y costumbres han dejado a más de un contribuyente desconcertado, ya sea por algunas dificultades encontradas en los sistemas oficiales de la AFIP, como por la fijación de las antiguas costumbres. Ante esta nueva impronta, varias empresas se han puesto en campaña para ofrecer servicios de tramitación a través de plataformas que van desde sitios web hasta aplicaciones para smartphones. Esta pequeña tendencia encierra un gran nicho de clientes que se encuentran, cada día que pasa, ante una mayor urgencia de cambiar sus medios.

Oportunidades al vuelo

“Cuando comenzó a surgir el tema de la facturación electrónica como una obligación, enseguida se nos ocurrió desarrollar una herramienta que pueda facilitar este proceso”, comenta María Polli, quien junto a Verónica Osorio, socia fundadora de Vousys, una empresa que desde el 2003 desarrolla aplicaciones web y móvil. Esta nueva urgencia llevo al equipo de Vousys a lanzar TusFacturas.com.ar, “hacerlas desde la página de AFIP no es algo demasiado amigable y como esta obligación recae en muchas personas, quisimos brindar otra posibilidad”, agrega Polli.

Por su parte, Bruno Cosentino, CEO y cofundador de FacturaciónWeb, se adentró de lleno en una plataforma online para la generación, emisión, gestión, y recepción de facturación electrónica, en la cual cualquier contribuyente puede, crear, configurar, y comenzar a operar una cuenta online en el momento. “Vimos que existía un universo de más de 3 millones de usuarios que entraban en el ámbito de los pequeños y medianos contribuyentes, que tarde o temprano estarían alcanzados”, cuenta Cosentino. La empresa que gestiona junto a Matías Anzorena (actual CIO) nace hace 8 años y hoy contiene a más de 45.000 usuarios emisores y receptores interconectados.

"Vimos que existía un universo de más de 3 millones de usuarios que entraban en el ámbito de los pequeños y medianos contribuyentes, que tarde o temprano estarían alcanzados."

En tanto, Mariano Rosin trabaja en Proyecto Pi, una empresa con más de 15 años en el mercado y 2 en lo que respecto a FacturaCAE, donde es Co-Fundador. Lo que comenzó siendo exclusivamente diseño y desarrollo de sitios web fue mutando hasta adaptarse a las necesidades del cliente, “en la actualidad, los diferentes equipos de desarrollo trabajan contra reloj para adaptar sus sistemas debido al apremio de las empresas por cumplir con el nuevo régimen de facturación electrónica”, explica Rosin en diálogo con Multitaskers.

Viejas costumbres

Pareciera que la facturación electrónica no solo forma parte de un hábito ecológico, tal como mencionó Ricardo Echegaray, director de la AFIP, en una jornada de actualización fiscal: "La Argentina tendrá una AFIP ecológica y sin papel", a lo que agrega Cosentino como ventaja, “se estima que con el uso tradicional del papel factura un contribuyente pequeño gastaba hasta $24 promedio en la confección y distribución, y que además el receptor gasta otros $35 promedio en procesarla”. En la actualidad, que los receptores de facturas electrónicas impriman las mismas no tiene mucho sentido, por lo que existe la posibilidad de no recurrir al papel sino directo a la pantalla.

“La mayor dificultad, es obviamente el cambio de costumbre”, aclara la CEO de Vousys, María Polli y agrega que “contar con todas las facturas digitalizadas es una ventaja para el cliente, pues es mucho más sencillo buscar un comprobante en formato digital que pasar horas revisando cajas y cajas de documentación”. Por otro lado, desde Proyecto Pi de la mano de Rosin, reconoce la importancia de asistir a sus clientes en la compleja tarea de obtener el Código de Autorización Electrónico, tarea que pareciera ser poco sencilla desde los sistemas que ofrece el sistema oficial.

“El único sistema adaptado es provisto por AFIP desde la misma página en donde se procesan otros cientos de trámites, lo que no es amigable para un usuario no experto.”

Hasta no hace mucho, un contribuyente pequeño usaba talonarios, los había de todos colores. Un gran archivo, folios y cada cual con su sistema de organización. Para el Co-Fundador de FacturaciónWeb, el cambio trajo consigo sistemas sofisticados para la gestión, sobre todo de empresas complejas, lo cual hace que se dificulte la adopción y operatoria de la facturación electrónica para los mismos, “el único sistema adaptado a este nicho es provisto por AFIP desde la misma página en donde se procesan otros cientos de trámites, lo que no es amigable para un usuario no experto”.

Paso a paso

El avance en el servicio crecerá progresivamente, en tanto y en cuanto los contribuyentes deleguen administrativamente a los expertos emergentes sus obligaciones tributarias. Mirar más allá, aquello que cambió y vendrá permite reflexionar a las empresas que prestan servicios, como indica Rosin, “transitar este camino nos permitió descubrir que aún existe un sector muy importante que no posee un sistema de facturación” y adelanta que están desarrollando una solución que permitirá emitir facturas desde dispositivos con conexión a internet.

“El universo de rubros alcanzado por esta plataforma es extenso”, reflexiona Bruno Cosentino y enumera, “existen usuarios médicos, ingenieros, arquitectos, escribanos, comercios en general, pequeñas industrias, tiendas virtuales, empresas de servicios”. Por el lado de Vousys, “trabajamos con empresas de la industria del seguro, salud, automotriz, domótica, inmobiliaria, alimenticia, entre otras”.

Hace 25 años muchas personas tuvieron que adaptarse a una planilla de cálculo totalmente digital”, recuerdan Pollis y Osorio, socia de Vousys, “hoy en día no conocemos a nadie que no tenga un documento .xls guardado en sus archivos”, refiriéndose a los avances de la tecnología. Los desafíos de este negocio parecieran renovarse a la par de las exigencias de las autoridades, lo que imprime una necesidad de adaptación por parte de las empresas contribuyentes y, por lado de las empresas prestadoras de servicio, la veta que facilite el servicio para con sus clientes, como lo plasma Rosin, “desarrollar una herramienta que facilite su integración en el uso cotidiano depende de nosotros”.