¿Qué es la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI)?

A menudo escuchamos que la diversidad, la equidad y la inclusión son importantes en el lugar de trabajo. Pero, ¿qué significa exactamente DEI para una organización?

La diversidad se refiere a todas las formas en que diferimos, algunas de las cuales nacemos y no podemos cambiar. Cualquier cosa que nos haga únicos es parte de la definición de diversidad.

La equidad en el lugar de trabajo reconoce que tratar a las personas de manera justa no siempre significa tratarlas de manera idéntica. Por ejemplo, algunos miembros del equipo pueden tener diferentes requisitos que deben adaptarse para que tengan las mismas oportunidades que todos los demás. Una persona confinada a una silla de ruedas puede necesitar un escritorio ajustable, por ejemplo.

La inclusión implica reunir y aprovechar estas diversas fuerzas y recursos de manera equitativa y beneficiosa. Se trata de crear un entorno de respeto y conexión en el que se aproveche la riqueza de ideas, antecedentes y perspectivas para crear valor comercial.

Cinco estrategias que las empresas pueden usar para mejorar la diversidad, la equidad y la inclusión en el trabajo.

1. Hacer un plan para incluir la diversidad en el lugar de trabajo

Fomentar la diversidad en el lugar de trabajo ayuda a crear un espacio en el que las personas con talento se sientan seguras y respetadas, lo que mejora la productividad. La diversidad, cuando se combina con iniciativas de equidad e inclusión, también puede impulsar el desempeño financiero y la innovación a lo largo del tiempo. Por lo tanto, establecer un plan DEI cuantificable a largo plazo es parte de una buena planificación comercial.

Los detalles del plan dependerán de las características únicas de una organización, pero pueden incluir objetivos para aumentar la representación en todos los niveles de la organización, evaluar la equidad salarial o examinar las tasas de reclutamiento, retención y promoción. Cualquiera que sea el plan, asegurate de establecer objetivos DEI específicos y medibles para cada métrica, revisá el progreso regularmente y adaptá las estrategias en consecuencia.

2. Invertir en estrategias de diversidad que prioricen los aportes de los empleados

Las estrategias de diversidad en el lugar de trabajo son acciones e iniciativas específicas diseñadas para atraer, retener y apoyar una fuerza laboral diversa. Estos pueden incluir programas de desarrollo de talento y liderazgo, oportunidades de aprendizaje continuo y procesos de gestión del desempeño que tienen como objetivo crear un entorno inclusivo donde todas las personas se sientan valoradas, respetadas y capaces de contribuir con todo su potencial.

3. Capacitar al equipo en sensibilidad cultural

La capacitación en sensibilidad cultural tiene como objetivo fomentar la comprensión y el respeto por las diferentes culturas, religiones, géneros, orientaciones sexuales, habilidades físicas y antecedentes sociales dentro de un lugar de trabajo. Puede ayudar a las empresas a:

• Identificar y abordar constructivamente cualquier brecha cultural identificada dentro de los equipos.
• Mitigar los sesgos, prevenir la discriminación y mejorar la comunicación interpersonal para crear un entorno más inclusivo.
• Promover la empatía y la comunicación intercultural para armonizar la dinámica del equipo y aumentar la productividad.
• Fomentar el respeto mutuo de las diferencias interculturales.

4. Construir la inclusión en el lugar de trabajo

Es importante fusionar la diversidad, la equidad y la inclusión en los valores, la declaración de misión, los planes de marketing y la imagen pública de una organización. Esto comienza con el compromiso de crear una fuerza laboral que no solo sea diversa, sino genuinamente inclusiva. La idea es fomentar un entorno en el que se escuchen, valoren y consideren diferentes voces y perspectivas.

5. Asumir la responsabilidad de crear diversidad en el lugar de trabajo

Dar prioridad a la diversidad, la equidad y la inclusión en el lugar de trabajo puede crear incomodidad para las personas a medida que continúan abriendo sus mentes, enfrentando las diferencias y aprendiendo de las experiencias únicas de los demás. Suavizar este proceso no depende solo de los recursos humanos. Todos tienen la responsabilidad de crear una cultura de pertenencia. Esto comienza con un liderazgo activo y visible que acoge auténticamente la diversidad, promueve la inclusión y se esfuerza por inspirar a cada persona en toda la organización.

En este proceso, la transparencia es clave. Los equipos de liderazgo deben comprometerse abiertamente con sus metas y estrategias de diversidad midiendo con precisión e informando abiertamente sobre el progreso. Sin autenticidad y compromiso, la diversidad, la equidad y la inclusión pueden reducirse a políticas ineficaces y directrices obsoletas.