La evolución constante de la tecnología como así los cambios producidos a nivel económico y social, produce que los directivos de empresas estén en constante alerta y busquen a su alrededor las puertas que le permitan no perder la competitividad ante los nuevos escenarios de negocios. Una ellas, es la gestión de la innovación, que se convierte en una herramienta fundamental para mejorar la calidad y lograr una mejor adaptación. En un reciente estudio de la Universidad Siglo 21 sobre la percepción de empresarios sobre la Gestión de la Innovación, cuenta cómo la desarrollan los empresarios y como perciben los cambios en el entorno de su actividad, en el mercado y en los pedidos de los clientes.
Uno de los primeros resultados a destacar de la investigación que contó con la participación de 800 empresarios de diferentes ciudades como Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, entre otras, fue que el 75% de los directivos argentinos entiende que hay que darle un lugar central a la innovación, pero sólo 50% de ellos lo tiene en cuenta en la planificación y un 48% afirmó que asume los riesgos inherentes a su implementación. Ahora, cabe preguntar, ¿por qué los empresarios argentinos afirman que hay que darle lugar a la innovación, pero no la tienen en cuenta el proyecto?.
Para responder a la pregunta anterior, Andrés Pallaro, Vicerrector de Innovación, Investigación y Posgrado de la universidad, explica en principio que la velocidad en que los avances tecnológicos están demandando cambios a las empresas, genera un “estado de alerta en los empresarios y hace que aumente la percepción de la importancia de la innovación, frente a razonamientos tales como: ‘Si no hacemos algo nuevo, no vamos a sobrevivir’, o ‘los de la competencia están innovando en...’, o, ‘nuestros clientes están demandando cosas nuevas’".
Para que estas inquietudes se conviertan en verdaderas innovaciones, Pallaro recomienda los lectores de Multitaskers que no alcanza con "’estimular a los empleados a ser creativos’, ‘pensar fuera de la caja’, ‘premiar el error o vencer la resistencia al cambio’, entre otras ‘frases hechas’”, sino que los resultados innovadores que agregan valor llegan a partir de "una verdadera planificación de la actividad innovadora dentro de la empresa”. Es aquí donde señala la importancia que tiene incorporar la tarea gerencial de “incluir a la innovación en los procesos de planificación estratégica”.
Esta acción posee una dificultad que influye a que los empresarios no la tengan en cuenta en el proyecto. Esta problemática, cuenta Pallaro en su entrevista con Multitaskers, está en que la planificación en innovación “requiere un método y herramientas específicas que puedan ser usados en contextos de incertidumbre”. Es por eso que, agrega el académico, tanto la planificación como las herramientas frente a incertidumbre, “demandan aprendizajes, fuerza de voluntad y disciplina gerencial, para poder sostener ‘la planificación’ frente a la urgencia, el día a día y la demanda de resultados inmediatos, más allá de la tendencia natural (neuromanagement) del ser humano a usar las respuestas habituales que tanto le costó aprender”.
Continuando con la descripción de cómo es la dirección estratégica de la innovación en tecnología de los empresarios, el estudio realizado por la universidad indagó sobre la capacitación a sus empleados. Los datos resaltan que el 62% manifestó “estimular la creatividad, el aporte de ideas y el espíritu emprendedor”, pero sólo el 42% afirmó que estuvo de acuerdo en que utiliza las herramientas adecuadas para desarrollar estas habilidades en sus empleados. Por otro lado, sobre la posibilidad de redefinir los procesos productivos teniendo en cuenta los escenarios posibles para la innovación, el 38% de los empresarios admitió “estar al tanto de los nuevos desarrollos tecnológicos aplicables a los procesos de fabricación que desarrollan” y en cuanto a su implementación, el 39% “planifica la asignación de recursos para desarrollar nuevos procesos de producción” y un 34% “utiliza las herramientas adecuadas para lograrlo”.
Los cambios constantes del mundo actual afectan directamente a los empresarios que perciben esas modificaciones de una manera u otra en su actividad, en el mercado o en los pedidos de los clientes. Según la investigación de la Universidad Siglo 21, el 56% de los directivos consultados afirmaron que los cambios en el rubro en el cual trabajan “son intensos”. Un porcentaje similar, el 55%, asevera el estudio, considera que los cambios en su mercado actual “son continuos”. Finalmente, sobre los clientes, el 46% de los consultados afirma que están “solicitando nuevos productos y servicios”.
Por último, como cierre del estudio que determinó además que las empresas del rubro comercial son las que implementan más innovaciones tecnológicas, remarcó que, sobre la posibilidad de desarrollarse como referentes frente a los avances tecnológicos de otras empresas, el 73% de los empresarios “considera de gran importancia el poder ganarse una reputación en el sector como líderes de los cambios o mejoras en los productos elaborados”. Pese a esto, tan solo el 57% le da importancia a desarrollar “las habilidades tecnológicas necesarias en sus empleados para lograr introducir nuevos productos en el mercado antes que la competencia”.
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