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‘Ser circular’, la clave de la sustentabilidad en la industria alimenticia

La consciencia ambiental genera que las Pymes atiendan la demanda de los clientes de la “nueva era”, donde el impacto ecológico del producto resulta clave para el comprador.

‘Ser circular’, la clave de la sustentabilidad en la industria alimenticia

La sustentabilidad es un tema de agenda para el mundo corporativo. La preocupación por desarrollar un negocio “amigable” con el medioambiente impera no sólo en las grandes empresas, sino también en las medianas y pequeñas. Estas últimas son conscientes del cambio de paradigma que atraviesa la sociedad y, por ende, saben que lidian con consumidores más responsables y comprometidos.

Erica Colson, quien es la Propositions Manager para el sector alimentario de BSI Group en EMEA, explica que la sostenibilidad en el rubro alimenticio consiste en “ser circular”. Es decir, los recursos, “deber recuperarse con la máxima calidad, reutilizarse y mantenerse en circulación durante el mayor tiempo posible”. La especialista asegura que es aplicable a todas las instancias del negocio, “desde el procesamiento de alimentos hasta el packaging”.

Colson firma que la sustentabilidad bien aplicada en la industria alimenticia puede “añadir valor duradero al negocio y proporcionar una ventaja competitiva a los productos”. Además –agrega- puede “reforzar” la reputación de una empresa.

Estrategias y diseños “circulares”          

Florencia Benedicto, una de las fundadoras de Gea Sustentable, sugiere que el mercado actual está ante la presencia de nuevos estándares que determinan la producción local en las compañías de alimentos. En este sentido, desde GEA Sustentable destacan que el consumidor “ya no elige su producto sólo por si le gusta o no, sino que mide el impacto que el mismo tiene sobre la sociedad y el ambiente”.

Benedicto explica que es fundamental que las empresas “diseñen sus envases teniendo en cuenta dos aspectos: la posibilidad de ‘reciclabilidad’ de su material y su simpleza”. Es decir, los envases/packaging que utilizan distintos tipos de materiales o multicapas -como ser, plástico con papel, o bien diferentes tipos de plástico- son muy difíciles de reciclar.

La Lic. Natalia Inés Suárez, Consultora Asociada AG Sustentable, revela que muchas empresas están repensando sus sistemas de producción, orientándose hacia iniciativas de abastecimiento y producción agropecuaria sustentable. En cuanto a la gestión ambiental, mayoritariamente se focalizan en el uso responsable del agua, uso eficiente de la energía, cambio climático y el uso racional de materiales de empaque

María Rigou, Socia y Directora de Rigou Consultores, resalta que la industria alimentaria tiene un potencial muy alto para contribuir positivamente a los desafíos que plantea la sustentabilidad. “Promover el comercio justo, la compra local, la nutrición de calidad, el uso adecuado de los recursos naturales, la reducción de las mermas de alimentos, la fabricación de empaques reciclables, biodegradables y reutilizables o con materiales certificados (como papel FSC) son algunos de los muchos temas que se pueden asumir”, apunta.

El negocio de la sustentabilidad

La especialista puso el ejemplo de A.C.E.L.G.A, una asociación de cocineros y empresarios que, entendiendo el aporte que pueden hacer desde la gastronomía, se unieron para promover valores como hábitos de alimentación saludables o la utilización de alimentos producidos localmente para favorecer las economías regionales.  Por otro lado –complementa Rigou-, Movimiento Argentino de Producción Orgánica reúne a pequeños productores agrícolas buscando fomentar en la población una alimentación más consciente.

“El Banco de Alimentos o Plato Lleno canalizan la voluntad de las empresas de cualquier tamaño de hacer llegar a la población que está por debajo de la línea de pobreza los alimentos en buen estado que, por algún motivo, no pueden ser comercializados”, explica la profesional y remarca: “La modificación de la ley donal permitió reducir los millones de toneladas de alimentos que anualmente se perdían en nuestro país”.

Un caso de éxito

El caso de Coctelería Consciente permite ilustrar un proyecto cien por ciento responsable con su impacto ambiental y social, con el objetivo de “promover el consumo responsable y construir una cultura de trabajo sostenible”, explica Lucas Groglio, su Fundador & Director. Se trata de la primera barra de cócteles para eventos “sostenible” y “responsable” con su impacto en el ambiente. El objetivo principal de esta iniciativa es concientizar y educar sobre sostenibilidad. Al mismo tiempo, enseña sobre conceptos claves como reciclaje, compostaje y abastecimiento natural de ingredientes.

Groglio logró diseñar una solución al servicio de bares para eventos en el que se encarga de todos los aspectos: gestión de residuos, la reutilización, la reducción y la elección cuidadosa y responsable de los insumos de trabajo.

“Repensar el modelo de negocio y decidir convertirnos en una Asociación Civil nos ayudó a conectar con diversas organizaciones tanto del sector público y privado como del tercer sector para generar colaboraciones de triple impacto”, afirma Groglio. El emprendedor subraya que lo que la diferencia de una empresa tradicional es que buscan beneficios “para todos los actores involucrados”, sin pensar en un único receptor.

¿Qué piensa el consumidor?

A nivel mundial, ya existen empresas que elaboran productos con alimentos que, en otros tiempos y circunstancias, hubieran sido desechados Una investigación realizada por un grupo de investigadores estadounidenses, publicada en el Journal of Consumer Behavior, reveló que el consumidor “no sólo acepta este tipo de alimentos, sino que, además, los prefiere- Incluso “está dispuesto a pagar más por ellos”.

No hagas negocios sin ella