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Del garaje a América Latina, la fábrica albiceleste que exporta color al mundo

Sinteplast es una empresa familiar con tradición, que vela por el cuidado ambiental con plantas en cuatro países, además de Argentina, y con exportaciones a Israel, India y Cuba. Lo que empezó en la casa de Raúl Rodriguez junto a dos compañeros, hoy es una empresa con 1.100 colaboradores y cuatro hermanos unidos por un mismo objetivo.

Del garaje a América Latina, la fábrica albiceleste que exporta color al mundo

La historia de Sinteplast comienza en los años ’50, cuando Raúl Rodriguez, entonces colorista y pintor de vehículos, es convocado por la fábrica Sintecol para “darle vida” a los primeros tres prototipos de ‘autos justicialistas’. Raúl era propietario de un taller de chapa y pintura, pero tras el llamado inicial, ingresa en el mercado de la pintura desempeñando funciones de Asesor Técnico y, luego, Gerente de Ventas en esa empresa. En 1958, da un paso importante al renunciar e instalar junto con dos compañeros las primeras máquinas para fabricar pintura en el garaje de su casa.

Cincuenta años después, su hijo, Claudio Rodriguez, es director de Administración y Finanzas de Sinteplast, una empresa nacional con tres plantas en el país, cinco en Latinoamérica y más de 1.100 colaboradores. El ejecutivo comparte con Multitaskers cómo fue ese crecimiento. Es que la continuidad de la empresa fue el fruto de trabajos compartidos entre el fundador y sus cuatro hijos, que hoy cumplen funciones dentro de la misma. La compañía comienza con las primeras exportaciones a Bolivia en 1989, luego a Uruguay, Brasil y Paraguay. Actualmente, cuentan con fábricas en los cuatro países. También ampliaron su mercado a Cuba, Chile, Ecuador, Costa Rica, Israel y la India. Rodriguez hijo ingresó en Sinteplast en 1976.

Sinergia y responsabilidad

“La innovación -asegura Rodriguez- es uno de nuestros pilares principales, ya que nos permite adaptarnos a las demandas del mercado y ofrecer un abanico de productos cada vez más amplio con la finalidad de aportar soluciones a todos los ambientes y necesidades de la vida de una persona”, para ello se valen del concepto de cooperación. A través de NOVA, una organización formada por fabricantes de pintura familiares de todo el mundo, invierten esfuerzos en investigaciones y desarrollos de nuevos productos y tecnologías. “Esto -remarca su directivo- nos genera una ventaja competitiva, ya que se reduce considerablemente la inversión realizada”.

Las pinturas, diluyentes y productos petroquímicos son poco amigables con el medioambiente, de no tratarse con los cuidados pertinentes. En el caso de Sinteplast, cuentan con un "Programa Responsable Cuidemos el Medio Ambiente", un plan internacional de la industria química y petroquímica, cuyo principal objetivo es mejorar el desempeño en temas de salud ocupacional, seguridad industrial y gestión ambiental y “alcanzar estándares que superen la media legalmente exigible”, según establece su compromiso. 

Celeste y blanco

Resulta difícil hablar de pintura sin remitirse al rubro de la construcción y, consecuentemente, la economía misma de un país. Claudio Rodriguez opina al respecto que los costos de la construcción y el poder de compra de las personas “son los ítems que determinan si se van a realizar nuevas obras o, si los individuos van a invertir su dinero en sus viviendas”. Por ende, se trata de un sector íntimamente ligado a la economía de un país, algo que Rodríguez asocia -refiréndose a la Argentina- como “una fuente inagotable de aprendizaje”, donde las crisis siempre terminan sacando a la luz la gran calidad humana de nuestra gente, siempre dispuestos a colaborar con los compañeros y con la empresa”.

El empresario explica que, en Argentina, el consumo de pintura ronda los 5 litros por año (un promedio más bajo que en otros países). Por esto mismo, la calidad y garantía de los mismos, “es una variable de extrema importancia a la hora de decidir qué producto adquirir”. Desde la empresa es un aspecto que destacan, según ejemplifican, con algunos productos que tienen garantía de 5, 10 o hasta incluso 20 años. “Por otra parte -agrega- también brindamos servicios personalizados de consulta a los consumidores, quienes pueden llamar a un 0800 y recibir asesoramiento técnico que los va a guiar en lo relacionado a los productos, cantidades y tratamientos que se deben realizar para que el resultado sea de excelencia”.

Sinteplast creció un 9% en volumen en 2016 y, según comenta Rodriguez a Multitaskers, proyecta un crecimiento del 15% para este año. La empresa familiar que comenzó con Raúl y su destreza de taller, fue creciendo gracias al impulso de la unidad y la pasión quienes decidieron continuar su legado y apostaron por más. Los Rodríguez entienden que el color podrá cambiar con el tiempo, pero el crecimiento continuará mientras siga habiendo manos dispuestas a afrontar los nuevos desafíos.

Anibal A. Parera

No hagas negocios sin ella