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Las alpargatas Paez, cultura argentina que se expande por el mundo

Una idea surgida en un encuentro de amigos terminó en convertirse en una industria que produce 800.000 pares de alpargatas anuales y llega a 35 países. Cómo romper con la idea de commodity.

Las alpargatas Paez, cultura argentina que se expande por el mundo

En las cátedras de marketing se enseña que más que un simple commodity, las empresas deben ofrecer una propuesta de valor ampliada, por la que se brinde una diferencia, satisfacciones y beneficios. Vista de ese ángulo, Las Paez es más que una marca de alpargatas, es el resultado de una idea se comenzó en una conversación entre amigos y terminó en un exitoso emprendimiento que se esparce en forma de cultura. Detrás de ella se encuentran Tomas Pando, Francisco Murray y Francisco Piasentini (foto), que iniciaron el proyecto en 2006 y hoy posicionan su marca en 35 países.

“Después de ocho años logramos reposicionar un commodity argentino como es la alpargata, para convertirlo en un ícono de life-style. Y la clave fue soñar en grande”, comenta en diálogo con Multitaskers Murray, quien compartió la escuela primaria, secundaria y hasta la universidad con sus dos compañeros de trabajo.

De aquella charla entre amigos surgieron sus actuales empleos: “Empezó como un grupo de jóvenes que deseaban independizarse de sus empleos. Tuvimos una idea y la concretamos. No habremos sigo los únicos ni primeros en desear algo así, pero fuimos por ello. Nos lanzamos, aportamos cada uno su visión y en cada avance repensamos la estrategia comercial y empresarial. Es un proceso que se va desarrollando día a día”, explica.

En una década, la producción de calzado argentino pasó de 32 millones de pares a 112 millones, según cifras del mercado.

Con un borrador de lo que deseaban hacer y con el impulso de su juventud, a los quince días tenían varios modelos para empezar a comercializar. “Diseñamos una alpargata distinta, colorida, con onda. Y fuimos a una fábrica de lonas, buscamos telas y con una inversión de $ 20.000 iniciamos la producción”, relatan.

Industria en expansión

Luego con un par de fotos circulando en la web contactaron a un distribuidor de Sudáfrica y la expansión por el mundo se inició. En el país, el calzado fue uno de los rubros que más se expandió desde el fin de la convertibilidad: mientras que en 2000 se producían 36 millones de pares, en 2010 se hicieron 115 millones, según cifras de la Cámara de la Industria del Calzado, lo que posicionó a la Argentina dentro del top ten mundial.

“No somos hijos de zapateros, ni nada parecido. Para entender lo que pasó con Paez siempre digo que lo esencial es creer. Si no lo soñás, no lo harás nunca”, afirma convencido y sostiene que “apuestan a un trabajo en equipo integral, desde adentro hacia afuera”.

Sobre la forma de hacer negocios, Murray confiesa que “no somos de estar pendiente de los competidores. Evaluamos cómo mejorarnos y por eso ampliamos en equipo hace un tiempo y sumamos gerentes en distintos sectores. Y todos los empleados tienen voz. Y con los competidores, por así llamarlos, tenemos una buena relación ya que cada uno tiene su espacio para vender sus productos”, detalla. Los resultados están a la vista.

Paez factura $ 10 millones por año y el 90% de las ganancias se reinvierten.

Páez pasó de fabricar en los primeros años unos 100.000 pares anuales, a producir 800.000 pares. Su facturación anual es de $ 10 millones y el 90% de la misma se reinvierte. Cuentan con tres oficinas que nuclean distintas zonas de distribución y trabajo. Cada uno de ellos está radicados en Barcelona, Brasil y la Argentina. Sin embargo, lejos de trabajar individualmente, utilizan la tecnología como base de trabajo en tiempos de out-office.

“Hacemos reuniones por Skype. Nos hablamos mucho por aplicaciones celulares y no perdemos el contacto nunca. Es distinto pero estamos casi igual o más comunicados que cuando estábamos juntos en Buenos Aires. Es necesario ubicarse cerca de los clientes, por temas de horarios y demás, decidimos separar las oficinas pero eso no nos separó a nosotros”, sostiene.

De commodity a cultura

Lo cierto es que Las Paez mantiene el foco en resignificar el concepto de calzado y convertirlo en un símbolo de “cultura”. Para ello, participan de ferias, realizan campañas con artistas reconocidos y organizan eventos a beneficio para ayudar a los demás.

“Todo implica desarrollar la marca y lograr reconocimiento mundial. Tiene sus sacrificios pero eso mismo fue lo que nos dio vuelta el negocio, y nada tuvo que ver la comparación con otra empresa. Y eso nos llevará a concretar el gran sueño de ser una empresa argentina exportadora de alpargatas y calzado a pasar a ser una empresa mundial con sede argentina”, finaliza.

No hagas negocios sin ella